Fotorreportaje

El destino no siempre es lo importante cuando trazamos la ruta que nos conduce a nuestros sueños. Mediante vías y vagones repletos de vivencias, pensamientos, caricias y libros a medio leer, se conforma ese pasado tan cercano que nos evade de los días en los que deambular compartiendo paisajes en un tren oxidado nos recuerdan lo que ayer no existió.

Un ayer en el que el vapor de las chirriantes máquinas dieron paso a otras más sofisticadas que arrastrarían en más de una ocasión los vagones de nuestra existencia, que se encarrilarían para hacernos sentir parte de ese paisaje, parte de la vida que nos queda por vivir, bajo el halo romántico e indescriptible de un viaje en tren por los rincones de nuestras vidas.  

7 comentarios:

  1. Está muy chulo. Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  2. Hola Natalia, habéis hecho un montaje muy bueno, jugando con el tiempo horario del vieja, y con la simetría de las imágenes, me parece muy buen trabajo, y eso que es el primero cuando lleveis unos cuantos seguros que os contratan nada más que para esto.

    PAco.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno la verdad, me encanta el aspecto romántico que le dais al viaje en tren. Con esto del AVE está perdiendo todo su encanto. Un abrazo a las dos y felicidades!!!!

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno el reportaje, cuando monte un periódico o una tele os contrato. ;-)

    ResponderEliminar
  5. Gracias a tod@s!!! Me alegro de que os haya gustado.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por vuestros comentarios!!!!! Eso del punto romántico mola, a que sí????? Jeje... Del precio de la gasolina que íbamos a partir al misticismo que hemos llegado va un trecho!!!!

    ResponderEliminar